Los productos que usamos día tras día se están viendo afectados por la situación actual que se enfrenta en todo el país y seguramente en el mundo. Es decir, aunque parezca fácil para las industrias producir los productos que tanto nos gustan, la realidad es que no es así. Por ejemplo, las compañías que hacen las papas que tanto nos gustan, tienen que pagar por la bolsa donde están las papas, los ingredientes para hacerlas y por los recursos humanos o las máquinas que se encargan de este procedimiento.
¿Pagarías el mismo precio que pagas hoy en día, pero por bolsas de papas más pequeñas?
Los productos que utilizamos diariamente están en la cuerda floja y la mejor opción, que ellos creen es la más indicada, es vender sus productos al mismo precio, aunque en porciones más pequeñas. Estos productos pueden ser tan casuales como la pasta de dientes, el champú, las bolsas, el papel de baño, las bebidas azucaradas, entre muchas más.
Aunque a la gente no le guste lo que está pasando, la realidad es que su punto de vista no tiene mucho que ver ante los problemas de la inflación y por ello tienen que pagar los precios que se les asignen si es que quieren seguir usando esos productos.
Veamos unos ejemplos:
Mark Cohen, director de estudios minoristas y profesor adjunto de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, mencionó que:
“Los aumentos de precios en las tiendas son muy perceptibles para los compradores y pueden influir en la demanda. Para los consumidores, esto es una especie de molestia o una preocupación, según el producto del que estemos hablando".
¿Y tú? ¿Qué opinas de esta situación?
- Team One Way News
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